A medida que las personas van avanzando en su etapa vital, las preocupaciones van cambiando. Sin embargo, creer que ser un adulto mayor significa no padecer por nada, es un grave error a la hora de prejuzgar a las personas.
Las manifestaciones de estrés y, más en concreto, de ansiedad suelen ser más comunes de lo que pensamos en los adultos mayores, llegando a ocasionar trastornos depresivos en muchos de ellos si no se tratan y se busca ayuda para sobrellevar esta situación.
Cuando una persona sufre algún cuadro ansioso, este hecho entra en su vida y la irrumpe, afectándole no solo a nivel de salud mental, sino también a nivel de salud física.
Una vez que hemos llegado a un punto vital más avanzado, donde las preocupaciones por cuidar de nuestros hijos o el estrés del trabajo han pasado a un segundo plano, llegan otras preocupaciones.
Los adultos mayores se encuentran cada día afrontando las preocupaciones por sufrir enfermedades degenerativas, tristeza por haber perdido capacidades y cualidades físicas, incapacidad para poder llevar su vida con normalidad…Todos estos motivos y muchos otros hacen que tengan que enfrentarse al sufrimiento de la ansiedad, que les hará requerir de ayuda psicológica para enfrentarla.
¿Cómo se manifiesta la ansiedad?
Si bien podemos saber lo que es la ansiedad, debemos tener en cuenta que no siempre se manifiesta de la misma manera, dependerá de la persona y del momento vital en el que se encuentre mientras la sufre.
En los adultos mayores, la ansiedad se puede manifestar de las siguientes formas:
- Aumento de pensamientos hipocondriacos: Como hemos comentado, cuando las personas están llegando a la etapa más madura de la vida, suelen aparecer los pensamientos obsesivos sobre si estamos sufriendo una enfermedad.
En muchas ocasiones, pacientes que sufren patologías leves propias de la edad, achacan esos síntomas a esas patologías más graves e incluso llegan a sufrir trastornos y sintomatología psicológica, que les hace creer que están sufriendo algo grave cuando en realidad no es así.
- Percepción distorsionada del miedo: Es común en muchas personas, independientemente de la edad con la que cuenten, tener un pensamiento generalizado de que continuamente “va a ocurrir algo malo”. Sin embargo, este pensamiento se acentúa cuando llegamos a la etapa adulta.
Los adultos mayores sienten más miedo, ven más peligro en las acciones cotidianas que realizan y se preocupan de manera constante por lo que pueda pasar, incluso en situaciones que no entrañan un peligro real. Este estado de preocupación les generará una sensación de angustia en su vida diaria que los podrá llevar a sufrir una ansiedad generalizada.
- Necesidad excesiva de sentirse realizados: Cuando los adultos mayores se encuentran en su etapa de jubilación, sienten que dejar de trabajar les hará perder capacidades físicas y cognitivas.
Por este motivo, se encuentran todo el tiempo en la necesidad de hacer actividades que les impongan una rutina parecida a su vida laboral para que no sientan el pensamiento intrusivo de “ya no tengo nada que hacer”. Por este motivo es importante saber detectar a tiempo la ansiedad que produce a los adultos la jubilación y ayudarles a gestionarla.
- Confusión de los síntomas: En muchas ocasiones, cuesta detectar la ansiedad en los adultos mayores debido a que algunos de los síntomas físicos tales como sudoración, agitación, insomnio, palpitaciones, dolores y tensión musculares…Suelen estar relacionados con patologías propias de esta etapa vital.
Por esta misma razón, cuesta asociarlo con la ansiedad generalizada, se suele asociar con malestar físico y no se acude de primeras ante un profesional de la psicología.
Tratamiento psicológico de la ansiedad
Al contrario de lo que piensa, la psicológica puede resultar beneficiosa para las personas mayores. Si hemos detectado que un amigo o familiar se encuentra en una etapa adulta de la vida y sufre ansiedad generalizada, recomendarle que acuda a un profesional puede aportarle herramientas para gestionarla y ayudarle a vivir esta etapa vital con la mayor tranquilidad y filosofía posible.
Son muchos los beneficios que puede reportar la terapia para los adultos mayores, algunos de ellos pueden ser:
- Ofrecerles un espacio en el que sientan seguros para hablar: en muchas ocasiones, dichos pacientes no se atreven a hablar porque no quieren molestar a sus hijos o familiares con preocupaciones. Por eso, sentir que cuentan con el apoyo de una persona y un espacio les ayudará a poder validad sus emociones y expresarlas correctamente.
- Ayuda a evitar el aislamiento: Una vez llegado a la etapa adulta, algunas personas pasan a vivir solas, con visitas esporádicas de familiares…que podrían agravar su estado de ansiedad. Contar con ayuda psicológica les hará comprender lo que están sintiendo y que no están realmente solos.
- Controla la pérdida de autoestima: Como comentábamos, con la llegada de la jubilación, muchas personas suelen sentir que ahora ya no tienen nada que hacer y que su propósito vital se ha agotado. Es importante que un profesional les oriente en esta nueva fase vital y les ayude a controlar la pérdida de autoestima.
Si quieres saber más sobre el tratamiento psicológico a mayores, no dudes en ponerte en contacto con nosotros o visitar nuestra web. Estaremos encantados de ayudarte.