El ciclo vital de los seres humanos consta de varias etapas que van ligadas cada una a ciertos cambios tanto a nivel psíquicos como físicos. La última etapa, la de la vejez, implica que las personas mayores tengan que afrontar cambios relevantes en sus vidas.
Para muchas personas, envejecer supone un gran problema y lo perciben como algo negativo. Tienden a rechazar estos cambios y su estado de ánimo decae considerablemente. En Memoriae queremos aportar algunos consejos para afrontar de la mejor manera el envejecimiento que es algo inevitable de la vida.
Afrontar de forma positiva el envejecimiento
Como hemos mencionado antes, el envejecimiento se suele percibir como algo negativo y esto es debido a una serie de cambios que se dan que afectan a lo que entendemos como cotidiano y normal. Las personas mayores se adentran en una etapa donde ya no tienen que trabajar, tienen más tiempo libre y pueden empezar a sentir ciertas pérdidas de habilidades físicas o psíquicas o el desarrollo de enfermedades propias de la vejez.
El envejecimiento es ineludible y en cada persona se manifiesta de una forma según el estado de salud y sus capacidades. Es muy importante adoptar una actitud positiva para ir asimilando los cambios que vayan sucediendo. Las personas mayores tienen que tener el apoyo y comprensión de su allegados más próximos para vivir esta etapa como un momento del que disfrutar del tiempo libre, realizar viajes, acudir a centros especializados para estar junto a personas que están viviendo situaciones similares, pasar más tiempo con la familia, etc.
Todas estas posibilidades tienen como objetivo que las personas mayores afronten el envejecimiento de forma activa dentro de las posibilidades de cada uno. Una actitud positiva y un envejecimiento activo son los dos requisitos fundamentales para vivir esta etapa del ciclo vital de la mejor forma posible.
Envejecimiento activo
En relación con el apartado anterior, queremos profundizar en qué se entiende por envejecimiento activo para que los adultos mayores tengas las claves necesarias y ponerlas en marcha en su día a día.
Con un envejecimiento activo estamos ayudando a optimizar la salud y la participación con el principal objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas. Si durante todas las etapas de nuestra vida es importe aprender nuevas habilidades, desarrollar nuevos conocimientos, mantenernos en forma o llevar una dieta equilibrada, en la vejez es fundamental.
Algunas personas, cuando llega el momento de jubilarse, sienten que ya no son útiles para la sociedad y no saben cómo gestionar el aumento de tiempo disponible. Nuestra recomendación es adaptar o crear nuevas rutinas como, por ejemplo:
- Practicar ejercicio físico. Si ya realizabas ejercicio anteriormente, el envejecimiento no tiene que ser un impedimento para seguir practicando deporte. En el caso de no haber realizado nunca ejercicio por quizás falta de tiempo, este momento de tu vida puede ser perfecto para comenzar a acudir al gimnasio o apuntarse a clases con ejercicios adaptados. También es muy beneficioso dar paseos al aire libre. Las personas mayores que practican deporte socializan, fortalecen los músculos, el equilibrio y reducen el riesgo de caídas o de sufrir ciertas enfermedades.
- Dieta equilibrada. Durante el envejecimiento es importe tener una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y dejar en un segundo plano las comidas altas en grasas saturadas
- No consumir alcohol o tabaco. Estas sustancias son muy dañinas para la salud y aumentan el riesgo de padecer cáncer y hace a las personas mayores más vulnerables.
- Crea a recupera aficiones. Ahora que cuentas con más tiempo libre, es un buen momento para volver a aficiones que habían quedado en un segundo plano por la vida laboral o busca nuevas actividades que llevar a cabo.
Mantén tu mente activa
Esta parte es una de las bases del envejecimiento activo y es fundamental estar siempre pendientes de mantener la mente activa y sana. Las posibilidades actualmente son infinitas, pero queremos destacar algunas:
- Apuntarse a un club de lectura o de escritura.
- Participar en actividades de centros sociales centrados en adultos mayores.
- Utilizar herramientas de las nuevas tecnologías.
- Realizar algún curso de algo que te gustaría aprender: cocina, punto, fotografía, teatro, etc.
Buscar ayuda profesional
El afrontamiento de la etapa final del ciclo vital también puede ser motivo de depresión por falta de recursos para hacerle frente. Otros factores externos para tener en cuenta, asociados a la depresión y a la ansiedad en el adulto mayor, son la enfermedad del cónyuge, por la dificultad para atenderlo debido a la perdida de capacidades físicas o las pérdidas de personas próximas que suelen ser frecuentes entre los adultos mayores, provocando que puedan ser más vulnerables de padecer trastornos del estado de ánimo.
Siempre recomendamos a los adultos mayores que se rodeen de sus personas de confianza, que hablen y expresen sus miedos o nuevas sensaciones y que acudan a profesionales para afrontar el envejecimiento con las herramientas adecuadas.
En Memoriae somos expertos en Psicogerontología y estaremos encantados de poder ayudarte para que recibas la mejor atención personalizada. Si tienes dudas o quieres más información sobre este u otros temas, no dudes en contactar ahora.