Cómo saber si sufro despistes o tengo pérdidas de memoria por una enfermedad

A medida que nos hacemos mayores, empezamos a tener pequeños olvidos, y lo normal es atribuirlo a la edad. Cuántas veces no habremos dicho “es cosa de la edad” cuando no conseguimos recordar algo.

Es cierto que a medida que vamos cumpliendo años, sufrimos cambios paulatinos en nuestro cuerpo y por ende en nuestro cerebro. El problema aparece cuando despertamos dentro de nosotros un sentimiento de preocupación excesivo al no saber si de verdad es cosa de la edad o empezamos a padecer deterioro cognitivo leve.

El deterioro cognitivo leve está relacionado con la edad, se determina cuando aparecen algunas señales de alarma como olvidos frecuentes que alcanzan niveles preocupantes que no deberíamos atribuir a la edad. Eso no significa que no podamos gozar de una vida independiente y de calidad.

Como se ha dicho antes, la pérdida de memoria debido al envejecimiento natural es completamente normal. La aceptación de esta nueva etapa del ciclo vital forma parte del proceso de envejecimiento saludable.

Por eso mismo, para liberarnos de preocupaciones vamos a enseñarte a cómo diferenciar el olvido relacionado con la edad y al olvido provocado por un problema grave de memoria.

Olvidos causados por un problema de memoria

Se diferencian principalmente porque impiden o dificultan la realización de actividades cotidianas a las que estamos acostumbrados a realizar a diario. He aquí un ejemplo:

  • Conducir. La habilidad de conducir un vehículo se suele decir que es como montar en bicicleta, no se olvida. Esto se debe a que el cuerpo mecaniza todos los movimientos de forma automática y llega un momento en el que realizamos las acciones adecuadas casi sin llegar a pensarlo. El deterioro funcional atribuible a la edad debe considerarse una señal de alarma para reflexionar sobre la conveniencia de conducir o no.
    Ocurre del mismo modo con todas las actividades cotidianas a las que estamos acostumbrados y sobre las que tenemos mucha experiencia.

Por tanto, para detectar un problema grave de memoria hay una serie de indicios que pueden determinar que puede padecerla:

  • Perderse en lugares conocidos. Como se decía antes, cuando estamos expuestos a una actividad, un lugar, durante largos periodos de tiempo ese conocimiento se hace inmediato. Lo conocemos y ya, forma parte de nosotros, por así decirlo. En este sentido, cuando no somos capaces de recordar la casa en la que llevamos viviendo 20 años nos invade una sensación de preocupación enorme. ¿Cómo es posible que haya olvidado esto?

  • Ser incapaz de seguir instrucciones. Seguir instrucciones está relacionado con la capacidad cognitiva de una persona. Primero porque debemos seguir unos pasos, procesarlos y ejecutarlos de tal forma que se dé continuidad a una conducta dirigida a uno9s objetivos concretos. No ser capaz de seguir unos pasos implica que hay una parte de nuestros procesos cognitivos que no están funcionando adecuadamente.

  • Confundir personas. A todos se nos ha olvidado el nombre de una persona a la que acabamos de conocer. Es completamente normal, de nuevo, La inquietud o preocupación se presenta cuando dejas de reconocer a caras familiares que hasta ese momento habías logrado identificar

  • Hacer preguntas, una y otra vez. Está relacionado con la perdida de neuronas en la zona del hipocampo, es decir, se ha estropeado nuestra grabadora de información, esto se debe a que cuando preguntamos algo, cuando nos contestan razonamos la respuesta. Podemos estar de acuerdo o no, eso es lo de menos. El problema surge cuando no somos capaces de almacenar esa información que acabamos de recibir y entender que la pregunta ya ha sido respondida.

Si nos fijamos atentamente, todos los puntos tienen un punto en común. Recuperar información y acceder a ella. En eso consiste el funcionamiento de nuestro cerebro. Cuando no somos capaces de recordar que hemos contado algo, y nos volvemos repetitivos, cabe la posibilidad de que tengamos un problema de memoria.

La otra señal es volverse incapaz de realizar una actividad o una acción que antes éramos completamente capaces de hacer. Ej. Saber cómo utilizar el teléfono para llamar a un familiar. A grandes rasgos, olvidar algo que sabíamos hacer casi sin llegar a pensar en ello, y lo hacíamos de forma cotidiana.

Por eso mismo, los despistes se producen en momentos puntuales, luego más tarde podemos recuperar el nombre del vecino o el día que se nos caduca la ITV.

 A medida que nos hacemos mayores, los tiempos de respuesta son más largos, pero es normal. Se puede vivir una vida totalmente plena, y además ser productivos sin ningún inconveniente.

No hay que alarmarse

Generalmente se reconoce que existe un problema de memoria grave cuando no podemos acceder a la información que tenemos almacenada y almacenar nueva. Que el tiempo de respuesta sea más largo, es normal. Al igual que los despistes.

Mejora tu memoria

Es posible mejorar la memoria, con los siguientes pasos favorecerás que tu cuerpo esté proporcionando a tu cerebro los ingredientes necesarios para mantenerse activo y sano.

  1. Hacer ejercicio. Hacer ejercicio ayuda a descansar bien por las noches, a depurar el cuerpo, ayuda a mantener los niveles de dopamina y además favorece el retraso de la aparición del deterioro cognitivo.
  • Presta atención. A veces pensamos que somos unos despistados porque no recordamos algo que nos acaban de contar, pero ¿Realmente estábamos atentos a lo que nos estaban contando? Prestar atención de forma activa ayudará a retener la información.
  • Mnemotécnicas: puedes emplear estrategias o juegos para asociar palabras, lugares, en general, información. Ej. Hacer una imagen mental. Asociar nombres con palabras parecidas.
  • Dormir bien. Nuestro cerebro no funciona de la misma forma cuando está descansado que cuando no.
  • Comer sano. Somos lo que comemos o eso nos solían decir de pequeños, ¿No? Tenemos la suerte de contar con la Dieta Mediterránea, la única reconocida como beneficiosa para mantener una memoria sana debido a los alimentos básicos de la dieta como el pescado, aceite de oliva, otro paso que añadirían este apartado seria la estimulación cognitiva.

En cualquier caso, siempre es mejor prevenir que curar, por lo que si tienes dudas de cómo mejorar tu memoria o crees que necesitas ayuda, no dudes en rellenar este formulario de contacto y te responderemos en la mayor brevedad posible.

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Es cierto que a medida que vamos cumpliendo años, sufrimos cambios paulatinos en nuestro cuerpo y por ende en nuestro cerebro. El problema aparece cuando despertamos dentro de nosotros un sentimiento de preocupación excesivo al no saber si de verdad es cosa de la edad o empezamos a padecer deterioro cognitivo leve.
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