La llegada de la primavera suele asociarse con la luz, más energía y su aspecto transformador. Sin embargo, para muchas personas mayores, este cambio de estación puede traer consigo cierto malestar físico y emocional. A pesar del aumento de las horas de sol y de la mejora del clima, es frecuente observar en algunos mayores una sensación de desgana, insomnio, irritabilidad o una tristeza sin motivo aparente.
Esto se debe, en parte, a lo que conocemos como astenia primaveral, una alteración leve del estado de ánimo y la energía que puede afectar más intensamente a quienes son más sensibles desde el punto de vista emocional. Afortunadamente, con unos pequeños cambios cotidianos y un acompañamiento adecuado, es posible mejorar su bienestar y ayudarles a disfrutar de esta estación con más vitalidad y equilibrio.

¿Qué afecta al estado de ánimo de los mayores en primavera?
El cuerpo humano, y especialmente el de los adultos mayores, es muy sensible a los cambios estacionales. En primavera, el aumento de la temperatura y los cambios de horarios pueden alterar los ritmos circadianos, es decir, el reloj biológico que regula el sueño, el apetito o el nivel de energía. Esto puede provocarles una sensación de cansancio generalizado, falta de motivación e incluso un estado anímico similar a la depresión.
Es crucial recordar que la primavera puede despertar emociones complejas en las personas mayores, como la soledad o la nostalgia, debido al paso del tiempo y los cambios en su vida. Por ello, es especialmente importante observar su comportamiento y hacer algunos ajustes que favorezcan su bienestar emocional sin grandes esfuerzos.
Consejos para mejorar el bienestar emocional de los mayores en primavera
A continuación, te propongo una serie de cambios sencillos pero significativos que pueden ayudar a tu familiar mayor a adaptarse mejor a esta estación y reducir el impacto de la astenia primaveral.
Ajustar las rutinas de descanso y sueño
El cambio de horario y el aumento de luz natural puede afectar el ritmo del sueño en las personas mayores. Para prevenir el insomnio o la fatiga durante el día, se recomienda:
- Establecer horarios regulares para acostarse y levantarse.
- Evitar siestas largas o a última hora del día.
- Proporcionar un entorno tranquilo, con buena ventilación y sin ruidos por la noche.
- Fomentar una rutina relajante antes de dormir (lectura, música suave, infusiones).
Salidas al aire libre con un propósito
La primavera es una oportunidad ideal para salir de casa, disfrutar del sol y mantenerse siempre activo. Estas son las principales razones para hacerlo:
- Los paseos diarios, aunque sean cortos, ayudan a regular el ánimo y favorecen la producción de vitamina D. Es un aspecto esencial para fortalecer los huesos y el sistema inmunológico.
- Las actividades sencillas como cuidar las plantas, pasear al perro o visitar un parque aportan motivación y sentido.
- Siempre que sea posible, es recomendable caminar en compañía, puesto que mejora el estado de ánimo y reduce la sensación de aislamiento.
Dieta ligera y con alimentos de temporada
El cambio de estación puede alterar el apetito. Una alimentación equilibrada, fresca y adaptada es clave:
- Incluir frutas y verduras de temporada, como fresas, espárragos o alcachofas.
- Aumentar el consumo de agua, infusiones y sopas ligeras.
- Evitar comidas muy pesadas, ya que pueden incrementar la sensación de fatiga.
- Buscar tiempo para reuniones familiares o entre amigos, para fortalecer así los lazos sociales y el placer de compartir.”
Actividades en primavera para la estimulación cognitiva
Tener la mente activa u ocupada también influye considerablemente en el estado emocional. Estas ideas serán de gran ayuda:
- Propón juegos de memoria, sopas de letras o lectura ligera al aire libre.
- Crear un cuaderno de primavera con recuerdos, fotos, recetas o pensamientos.
- Escuchar música alegre, pintar o escribir pueden convertirse en hábitos placenteros que estimulan las emociones positivas.
Cultivar las relaciones y evitar el aislamiento emocional
El aislamiento emocional agrava cualquier sensación de tristeza. Por eso, y con el fin de evitarlo, es un buen momento para:
- Hacer llamadas de teléfono o videollamadas con familiares y amistades.
- Organizar salidas o encuentros tranquilos al aire libre.
- Escuchar sus preocupaciones o sentimientos sin juzgar.
- Hablar sobre temas que le interesen o le motiven.
En resumen, la primavera, más allá de sus efectos físicos y emocionales, nos ofrece una oportunidad para revitalizar el espíritu de nuestros mayores. Con algunos cambios de hábito, podemos infundirles nueva energía, así como evitar la melancolía estacional. No se trata de grandes cambios, sino de un acompañamiento que les devuelva el placer por lo cotidiano.
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