Qué es el síndrome del cuidador y cómo afecta el deterioro cognitivo a cuidadores y familiares

Cuando alguien de nuestro entorno cercano, familiar o amigo, cae enfermo, lo normal es que todos pongan algo de su parte para ayudar y más cuando de trata de una enfermedad de dificulta su independencia y su libre voluntad para realizar algo tan sencillo como la alimentación o la higiene.

Los familiares, tarde o temprano, acaban ejerciendo el papel de cuidadores con sus padres o sus parejas en algunos casos y esto, aunque se haga por voluntad propia y con las mejores intenciones, puede tener consecuencias muy negativas en su salud mental.

Problemas sociales que puede provocar en los cuidadores la atención de personas con deterioro cognitivo:

Pérdida de su rutina laboral y merma económica: El cuidado de adultos mayores con enfermedades relacionadas con la actividad cognitiva, ya sea Alzheimer, demencia, etc. puede suponer la pérdida  de nuestra actividad laboral, ya que no son cuidados puntuales, ni personas a las que puedas dejar solas continuamente, sino que se trata de personas que se vuelven prácticamente dependientes en todos los aspectos y de forma progresiva, por lo tanto resultará difícil compaginar un trabajo con el cuidado de los mayores.

La pérdida del trabajo puede ser el comienzo de una alteración de nuestra salud mental, ya que romper de golpe con una rutina que tenemos asumida como algo necesario para vivir, es difícil de asumir, y más cuando nuestro trabajo nos apasiona. Además, dejar de trabajar también supone un descenso de nuestros ingresos y por lo tanto un aumento de preocupaciones que nos habíamos planteado y que pueden derivar en periodos de ansiedad.

Pérdida de relaciones y amigos: Siguiendo un poco la línea que comentábamos y la dependencia de los adultos mayores, a los cuidadores y familiares también les resultará muy complicado mantener las relaciones con amigos o parejas, porque muchos de los planes que se propongan serán incompatibles con sus obligaciones.

Esta progresiva separación con la actividad social puede provocar una sensación de soledad y tristeza que puede llevar en los peores casos a la depresión.

Descuido y deterioro de su aspecto físico: Posiblemente ya lo hayas notado y más después de la cuarentena, pero el cuidado personal es fundamental para mantener una actitud positiva. Si nos “arreglamos” nos sentimos mejor que si observamos progresivamente nuestro deterioro físico. Por eso es muy importante no dejar que el deterioro de las personas de la que nos hacemos responsables acabe con nuestra propia higiene y cuidado personal. ¿Si no te quieres tú, quien te va a querer?

Consecuencias físicas de los cuidadores:

Además de los síntomas emocionales, que van asociados a los problemas que comentábamos; tristeza, preocupación, depresión, cambios de humor, ansiedad, aislamiento social, etc. Los cuidadores también puedes sufrir consecuencias físicas tales como el agotamiento y la fatiga crónica, los cambios en el apetito provocados por los periodos de ansiedad, insomnio por las preocupaciones constantes, dolores musculares, automedicación, consumo abusivo de sustancias como el alcohol, el tabaco o la cafeína, y en general el abandono del cuidado personal y mental.

Cómo superar el síndrome del cuidador

Lo más importante es evitar el aislamiento, se ha de compartir el peso con otros familiares o amigos o con grupos de apoyo especialistas en este tipo de casos. El saber que hay más personas que pasan por lo mismo que tú es una de las mejores formas de plantearte todo de forma distinta y desde una visión mucho más empática.  

Además, no podemos confundir la responsabilidad con la culpabilidad. Nadie nace aprendido y afrontar una situación como esta sin ayuda nos puede llevar a cometer una serie de errores por los que nos culpabilicemos injustamente.

Aun así, hay una serie de consejos que son muy recomendables para enfrentar el síndrome de cuidador:

  • Recupera el control de tu vida
  • Recibe información adecuada sobre tu condición
  • No te olvides de cuidarte a ti, por cuidar de otra persona
  • Haz ejercicio para despejar la mente
  • Mantén tus rutinas, amistades, hobbies etc. aunque para ello tengas que adaptarlos a tu nueva realidad
  • No eres imprescindible. Pide ayuda si lo necesitas
  • Acude a los profesionales si lo necesitas.

Si quieres saber más sobre el apoyo psicológico a familiares y cuidadores no dudes en visitar nuestra web, tenemos una nueva sección en la hablamos abiertamente de esta realidad y nuestra intención es ayudarte con lo que esté en nuestra mano. También puedes contactar con nosotros para solicitar una consulta.

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